NODUS Fall Concert Series, Miami, Florida EE.UU.

Concierto 1 de 3 de la serie de conciertos de otoño de NODUS Ensemble con obras en solitario y de cámara con y sin video y electrónica e instalaciones que se cruzan con el arte visual, el diseño y el texto. Algunas obras son curadas de una llamada internacional.

La pintura de Francis Bacon[1], como la obra de Boris Alvarado[2], es una posibilidad de visibilidad sobre una lógica de afectar y de ser afectado en el mundo. La obra trata la carne estremecida, convulsa, retorcida, atormentada, lacerada, desgarrada, despellejada, mutilada, masacrada, vuelta del y al revés. Muchos de sus cuadros son retratos, algunos sólo de la cabeza con esa cara reveladora, porque es algo más que cara, sería «las vísceras por rostro.»

La idea de una cierta lógica de la sensación, de esta manera de ser afectado, es a partir de la naturaleza de la vibración, del color y del sonido como unidad fundada en el cuerpo sin órganos de Artaud, Deleuze, Bacon y muchos otros. El plano de inmanencia, de estas obras mencionadas, es un corte en el “caosmos” -como diría Deleuze-, un corte de composición sin imagen preconcebida y que tiende a una imagen en su devenir que llega por el cerebro, alma, espíritu o fuerza que nos lleva a lo exterior de lo percibido. Es ese corte en el caos lo que contrae a lo que la materia disipa, irradia, refleja, refracta o convierte. Inmanencia será el ente intrínseco de un cuerpo e inmanente será un ser cuando la acción perdura en su interior, cuando tiene su fin en otro mismo ser y por ende opuesta a la trascendencia.

Tanto la obra para violoncello de Alvarado como la pintura de Francis Bacon, son excitaciones nerviosas orgánicas que pudimos percibir, atender o intuir y que no es otra cosa que sensaciones que se conservan a sí mismas como vibraciones. La sensación sería como la vibración orgánica que se ha vuelto variedad. La sensación, como contemplación, es contemplación pura o intuición que llena un mismo plano inmanente, unívoco y consistente. Son elementos y cuerpos los que se contraen por sensación hasta componer una “sensación en sí” que vuelve consistente el plano.

La relación dual cuerpo-imagen, en términos deleuzeanos, pone de manifiesto lo que parecería realmente ilógico: difuminaciones en donde el distinguir no es lo buscado sino esa sensación de lo percibido sin narración, sin ilustración. Esta es la idea central que planteo y nos convoca Francis Bacon desde una “Lógica de la sensación”, en otras palabras: ”El artista trae del caos unas variedades que ya no constituyen una reproducción de lo sensible del órgano, sino que erigen un ser de lo sensible, un ser de la sensación, en un plano de composición inorgánica capaz de volver a dar lo infinito.

 


[1] Dublín, Irlanda, 28 de octubre de 1909-Madrid, España, 28 de abril de 1992

[2] Valparaíso, Chile 27 de Agosto de 1962

 

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